A lo largo de la historia, las mujeres han sido las protagonistas de experiencias de opresión y discriminación.
No sentirse dueñas de su propio cuerpo, reprimir sus emociones, esconder sus deseos, son algunos de los comportamientos que se normalizaban.
Pero gracias a aquellas mujeres que lucharon por la igualdad de género y la libertad de expresión, hoy podemos gozar de reconocimiento y tomar nuestras propias decisiones.
Las mujeres no solo son foco de análisis de otros hombres, también están sujetas a la mirada de otras mujeres que definen, sin querer, su autoestima.
Amar nuestro cuerpo se ha convertido en una nueva tendencia, que ha tomado fuerza con las nuevas generaciones y que se ha convertido en prioridad. Sin embargo, hace algunos años el cuerpo de la mujer no era admirado ni siquiera por ellas mismas, solamente era visto como dador de vida y de placer.
Si bien en la sociedad las mujeres fueron relegadas, en la industria de adultos siempre gozaron de mucho protagonismo. Su apogeo comenzó con las revistas en el siglo XX, cuando era la única forma de acceder al contenido pornográfico.
Tiempo después comenzaron las películas, la primera de ellas grabada en Argentina en 1907. Ya las revistas no generaban tanto impacto, pues la imagen le daba vida a aquellas fantasías que se creaban desde el papel.
Sin embargo, la llegada de Internet fue lo que realmente revolucionó la industria, ya que comenzó a ser mas accesible para aquellas personas que veían el porno como algo prohibido y de difícil acceso.
Ahora la pornografía está a un solo clic.
La llegada de plataformas como OnlyFans cambió la forma de percibir la industria. Ahora la exclusividad y la privacidad tienen un costo.
Las mujeres siguen siendo protagonistas y dueñas de su propio cuerpo. La sexualidad se ha convertido en un negocio donde las mujeres han tomado las riendas de su propio placer y han aprendido a monetizar aquellos prejuicios que hace algunos años las definieron.
Aún habrá quien juzgue a una mujer que decide abrir su cuenta de OnlyFans y exponer su cuerpo ante millones de personas. Sin embargo, hay quienes las admiran por hacer de su cuerpo una obra de arte.
Ser creador de contenido para adultos no solo genera mucho dinero, teniendo en cuenta que es la única industria en el mundo, en donde las mujeres ganan más que los hombres, sino que acabó con los estereotipos del “cuerpo perfecto”.
Cualquier persona que lo desee, sin importar el género o la apariencia física, puede abrir su cuenta y comenzar a generar ingresos.
Además, ha mejorado la autoestima de sus creadores, pues aquellos aspectos de su cuerpo que tanto odiaban se han convertido en su mayor atractivo.
Lo más bonito de la industria es que le ha dado a las mujeres la posibilidad de convertirse en empresarias.
Ahora no solo son creadoras o actrices, también son productoras, agentes y dueñas de su propia empresa. Una industria que dominan de principio a fin y que les brinda los recursos necesarios para poder ser las gerentes de su propia vida.
GrowMe es un ejemplo de esto y por eso en el mes de las mujeres queremos resaltar a aquellas creadoras soñadoras que han decidido empoderarse de su cuerpo y ser su mejor versión.
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